Hace diez años fue proclamado, por las autoridades locales, el Día de la Independencia de Brasil, desde 2007 han festejado brasileños y amigos latinoamericanos con la efusividad que caracteriza a los “cariocas” en todo el mundo.
La fiesta, en esta ocasión celebrada en la piscina del Tao Beach Club, en el Venetian hotel &casino, contó con más de 400 invitados, que representaron a más de 40 naciones que disfrutaron de la samba brasileña, el sábado 8 de septiembre.
“La gente bailó y pudo refrescarse en las cálidas aguas de la alberca, al tiempo que gozaba de dos horas de barra abierta, como ves la gente llegó temprano (a las 11:30 de la mañana) y se retiró pasadas las seis de la tarde”, comentó a este semanario Jordan Miner, gerente de mercadeo del grupo corporativo Tao, que opera las instalaciones y quien se encargó brindar todo tipo de facilidades a la comunidad brasileña del valle para que festejaran su independencia por todo lo alto.
Cabe destacar que Craig Di Prieto, gerente del Tao Beach Club estuvo pendiente de las necesidades de los cariocas y convirtió la fiesta en un acto memorable, tan agradable que muchos desearan regresar el próximo año.
El evento fue realizado por Mario Guardado, presidente del Club Social Brasileiro de Las Vegas. “Después de la culminación de la celebración, nos fuimos al Marquee, dentro del Cosmopolitan hotel y casino, para seguir con el ambiente festivo”, dijo el también ejecutivo de Latin Media Entertainment.
De acuerdo con la historia, la Independencia de Brasil comprende una serie de eventos de carácter político, ocurridos entre 1821 y 1824, que dieron como resultado la declaración de Independencia de Brasil del imperio portugués.
Esta gesta heroica es distinta a otras guerras de independencia hispanoamericanas, porque el proceso fue dirigido por un miembro de la familia real, el príncipe heredero a la corona, Pedro I, quien se convertiría en emperador. El régimen resultante del proceso fue lo que hoy conocemos como Brasil.
La declaración de Independencia fue realizada el 7 de septiembre de 1821.
El 6 de setiembre de 1822, Pedro se hallaba con su escolta de honor en las cercanías del pequeño río Ipiranga, donde recibió las cartas de Andrada y de Leopoldina. Al día siguiente, en ese mismo lugar, ocurrió una famosa escena en la ribera del Ipiranga el 7 de septiembre de 1822, a las afueras de Río de Janeiro, Pedro de Braganza pasó revista a sus tropas tras meditar su opción entre regresar a Portugal como príncipe en desgracia o la Independencia de Brasil. Ante las tropas ahí reunidas Don Pedro arrancó la insignia azul y blanca portuguesa de su uniforme, desenfundó su espada, y juró: “Por mi sangre, por mi honor, y por Dios: haré a Brasil libre.” Su lema, dijo, sería “¡Independência ou Morte!”, siendo que esa fecha se conmemora como día de la Independencia brasileña dando a la proclamación el nombre de Grito de Ipiranga.