NUEVA YORK – James Earl Jones, que se sobrepuso a los prejuicios raciales y a una grave tartamudez para convertirse en un célebre icono del teatro y la pantalla –llegando a prestar su profunda e imponente voz a CNN, “El Rey León” y Darth Vader– falleció. Tenía 93 años.
Su agente, Barry McPherson, confirmó que Jones falleció el lunes por la mañana en su casa. La causa no estuvo clara de inmediato.
El pionero Jones, quien trabajó hasta bien entrados los 80 años, ganó dos Emmy, un Globo de Oro, dos Tony, un Grammy, la Medalla Nacional de las Artes, el Kennedy Center Honors y recibió un Oscar honorífico y un Tony especial por los logros de toda una vida. En 2022, un teatro de Broadway fue rebautizado en su honor.
Al final de su vida se mostró elegante, con un irónico sentido del humor y un feroz hábito de trabajo. En 2015, llegó a los ensayos de una representación en Broadway de “The Gin Game” habiendo memorizado ya la obra y con cuadernos llenos de comentarios del equipo creativo. Decía que siempre estaba al servicio de la obra.
“Siempre hemos tenido la necesidad de contar historias”, declaró entonces a The Associated Press. “Creo que surgió por primera vez alrededor de las hogueras, cuando el hombre volvía a casa y contaba a su familia que había cazado al oso, pero que el oso no le había cazado a él”.
Papeles cinematográficos memorables
Jones interpretó papeles cinematográficos tan memorables como el de un escritor solitario que vuelve a la fama en “Field of Dreams”, el del boxeador Jack Johnson en el éxito teatral y cinematográfico “The Great White Hope”, el del escritor Alex Haley en “Roots: The Next Generation” y un ministro sudafricano en “Cry, the Beloved Country”.
También fue un actor de doblaje muy solicitado, expresando la villanía de Darth Vader (“No, yo soy tu padre”, comúnmente mal recordado como “Luke, yo soy tu padre”), así como la benigna dignidad del Rey Mufasa en la película animada de Disney “The Lion King” y anunciando “This is CNN” durante las pausas de la emisora. Ganó un Grammy en 1977 por su presentación en el audiolibro “Great American Documents”.
“Si eras actor o aspirabas a serlo, si recorriste estas calles en busca de empleo, uno de los estándares que siempre teníamos era ser un James Earl Jones”, dijo una vez Samuel L. Jackson.
Otras de sus películas son “Dr. Strangelove”, “The Greatest” (con Muhammad Ali), “Conan el Bárbaro”, “Three Fugitives” e interpretando a un almirante en tres adaptaciones de superproducciones de Tom Clancy: “The Hunt of Red October”, “Patriot Games” y “Clear and Present Danger”. En una rara comedia romántica, “Claudine”, Jones mantuvo una relación amorosa con Diahann Carroll.
Jones debutó en Broadway en 1958 con “Sunrise At Campobello” y ganó dos premios Tony por “The Great White Hope” (1969) y “Fences” (1987). También fue nominado por “On Golden Pond” (2005) y “Gore Vidal’s The Best Man” (2012). Fue celebrado por su dominio tanto de Shakespeare como de Athol Fugard. Otras presentaciones más recientes en Broadway incluyen “Cat on a Hot Tin Roof”, “Driving Miss Daisy”, “The Iceman Cometh” y “You Can’t Take It With You”.
Como actor de teatro y televisión en ascenso, apareció en “As the World Turns” en 1965, convirtiéndose en uno de los primeros actores afroamericanos con un papel continuado en un drama diurno. Se presentó con el New York Shakespeare Festival Theater en “Otelo”, “Macbeth” y “King Lear” y en obras fuera de Broadway.
Su padre le abandonó antes de nacer
Jones nació a la luz de una lámpara de aceite en una choza de Arkabutla, Mississippi, el 17 de enero de 1931. Su padre, Robert Earl Jones, había abandonado a su esposa antes de la llegada del bebé para dedicarse a la vida de boxeador y, más tarde, de actor.
Cuando Jones tenía 6 años, su madre lo llevó a la granja de sus padres cerca de Manistee, Michigan. Sus abuelos adoptaron al niño y lo criaron.
“Se acabó un mundo para mí, el mundo seguro de la infancia”, escribió Jones en su autobiografía, “Voices and Silences”. “Se suponía que el traslado de Mississippi a Michigan iba a ser un acontecimiento glorioso. Para mí fue una angustia, y no mucho después empecé a tartamudear”.
Demasiado avergonzado para hablar, permaneció prácticamente mudo durante años, comunicándose con maestros y compañeros con notas escritas a mano. Un comprensivo maestro de preparatoria, Donald Crouch, se enteró de que el chico escribía poesía, y exigió que Jones leyera uno de sus poemas en voz alta en clase. Lo hizo impecablemente.
Maestro y alumno trabajaron juntos para que el chico recuperara el habla normal. “No me cansaba de hablar, debatir, orar, actuar”, recuerda en su libro.
Cambió la medicina por el teatro en Michigan
En la Universidad de Michigan reprobó un examen de medicina y se pasó al arte dramático, además de jugar cuatro temporadas al básquetbol. Sirvió en el ejército de 1953 a 1955.
En Nueva York, se mudó con su padre y se inscribió en el programa para jóvenes actores American Theater Wing. Padre e hijo enceraban pisos para mantenerse mientras buscaban empleo como actores.
El verdadero estrellato le llegó de repente en 1970 con “The Great White Hope”. La obra de Broadway de Howard Sackler, ganadora del Premio Pulitzer, describía las luchas de Jack Johnson, el primer campeón afrodescendiente de boxeo de los pesos pesados, en medio del racismo del Estados Unidos de principios del siglo XX. En 1972, Jones repitió su papel en la versión cinematográfica y fue nominado al Oscar como mejor actor.
Las dos esposas de Jones también fueron actrices. Se casó con Julienne Marie Hendricks en 1967. Tras su divorcio, se casó en 1982 con Cecilia Hart, más conocida por su papel de Stacey Erickson en el drama policial de la CBS “París”. (Ella murió en 2016.) Tuvieron un hijo, Flynn Earl, nacido en 1983.
Al servicio de Estados Unidos
En 2022, el Cort Theatre de Broadway fue rebautizado con el nombre de Jones, con una ceremonia que incluyó a Norm Lewis cantando “Go the Distance”, Brian Stokes Mitchell cantando “Make Them Hear You” y palabras del alcalde Eric Adams, Samuel L. Jackson y LaTanya Richardson Jackson.
“No se puede pensar en un artista que haya servido más a Estados Unidos”, dijo el director Kenny Leon a AP. “Parece un acto pequeño, pero es una acción enorme. Es algo que podemos levantar la vista y ver que es tangible”.
Citando su tartamudez como una de las razones por las que no era un activista político, Jones esperaba no obstante que su arte pudiera cambiar mentes.
“Me di cuenta muy pronto, por gente como Athol Fugard, de que no puedes hacer cambiar de opinión a nadie, hagas lo que hagas”, declaró a la AP. “Como predicador, como erudito, no puedes hacerles cambiar de opinión. Pero puedes cambiar su forma de sentir”.