“Como un milagro”: BTS estremece en su segundo concierto en Las Vegas

BTS se presenta en el Allegiant Stadium de Las Vegas el sábado 9 de abril de 2022. (Bighit Music)

Allí estaban, gritando fuego en un estadio abarrotado un sábado por la noche.

“¡Ssak da bultaewora, bow-wow-wow!” ordenó BTS en coreano, siete voces que se fundían en una súplica de una especie de piromanía espiritual.

La traducción: “Préndanle fuego a todo”.

“Hey, quémalo”, exhortó entonces el rapero RM, mientras las llamas se alzaban el aire detrás de él, luchando por el oxígeno con 50 mil pares de pulmones en la sala.

A continuación, la melodía articuló las órdenes de marcha de la noche -literalmente-, expresadas por el cantante Jin, conocido dentro de BTS, entre otras cosas, por su prodigiosa capacidad para permanecer largos periodos de tiempo sin parpadear.

“Levanten los puños, toda la noche / Con pasos de marcha / Salten y vuélvanse locos”, instruyó en su lengua materna, sin pestañear, con la multitud ante él obedeciendo ansiosamente sus órdenes.

La canción era “Burn It Up (Fire)”, un llamado con tonada de hip-hop sobre cómo hacer arder las inseguridades y las dudas de uno mismo, que se presentó a los dos números del concierto de 22 canciones y dos horas y media del grupo en Allegiant Stadium.

“Vive como quieras, es tu vida de todos modos / Deja de intentarlo, está bien perder”, cantaron en coreano.

Las canciones de BTS suelen ser tanto una mano tranquilizadora en el hombro como un argumento para definirte en tus propios términos. Esto es lo que BTS parece decidido a hacer en su camino hacia el superestrellato del K-pop, incorporando algo de inglés en sus letras, pero cantando y rapeando principalmente en coreano, y convirtiéndose en el primer grupo en encabezar las listas de éxitos en estas costas mientras lo hace.

En el segundo de los cuatro conciertos en Allegiant Stadium -el grupo volverá al recinto los días 15 y 16 de abril-, el septeto parecía querer corresponder al fervor del público.

“Hemos escuchado que la gente llama a Las Vegas el milagro del desierto, ¿es eso cierto?” preguntó retóricamente RM al principio del concierto. “El momento, ahora mismo, con el Ejército, se siente como un milagro”.

El Ejército, por supuesto, es el apodo de la enorme base de fans de BTS, que abarca continentes y generaciones.

“Dope old people luv BTS”, indicaba un letrero casero de los fans con letras de colores del arco iris; “México ama a BTS”, afirmaba otro; “¿Puedo ser la madre de Bam?”, se preguntaba otro, haciendo referencia al Doberman Pinscher del miembro más joven, Jungkook.

Las fans formaron parte de la producción, blandiendo bastones luminosos, llamados Army Bombs, que podían vincularse a su asiento a través de una aplicación móvil, con grandes sectores del público -o a veces todo el estadio- brillando al unísono.

En el escenario, una enorme falange de bailarines se unió al grupo de forma intermitente, a veces con trajes de plumas; una banda de acompañamiento de cuatro piezas se reveló durante un puñado de números.

La lista de canciones del sábado fue en gran medida la misma que la del viernes, excepto por las extras, en las que BTS tocó “Anpanman” y “Go Go”, que no se cantaron la noche anterior.

Todo fue recibido con una aprobación ensordecedora, aplausos atronadores, erupciones sísmicas de alegría.

“¡Estoy ansioso por sus voces!”, le dijo J-Hope al público en un momento dado con un guiño, “pero por favor, ¡hagan más ruido!”.

Este fue el tema de la noche: la liberación.

“En un suspiro, se esconden un montón de preocupaciones / Deja de pensar en ello, ya lo sabes todo”, cantó J-Hope en coreano durante un estridente “So What”. “En medio del camino, en el momento en que quieras rendirte, grita más fuerte”.

Y así lo hizo el Ejército, algunas cosas nunca se pierden en la traducción.

Salir de la versión móvil