El título del filme lo dice todo. La fábula animada tiene como protagonistas a una tropilla de ardillas y otros animalejos con el difícil trabajo de buscar cacahuetes para soportar el invierno. La coproducción canadiense surcoreana, en 3D, dirigida por Peter Lepeniotis (animador de Toy Story 2) que adapta de Surly Squirrel, su corto del 2005 , nos trae a estas pequeñas habitantes de los árboles de un parque de Virginia, de los años 1950.
Las ardillas tratan de hallar el alimento, mientras el aventurero Surly quiere hacer las cosas por su cuenta y riesgo, y sin compartir con nadie, junto a un amigo a quien llama simplemente Buddy, un ratón tierno que no habla pero expresa una gama de sentimientos. También están Andie, la ardilla hembra y la más juiciosa del grupo, y el “héroe” Grayson que termina siendo bastante inútil y un poco flojo de tuercas.
Pronto el impar dúo descubre un almacén de cacahuetes, regido por unos ladrones –peores que los del filme The Italian Job que parafrasea el título–, que intentan robar el banco de al lado. Tienen además como enemigos a unos espantosos ratones y a un amenazador mapache. Y está también la mascota de los malhechores, una bulldog a quien temen, pero, curiosamente, la cachorra resulta ser una gran colaboradora, si es que no quiere que Surly le suene el silbato de perro que tanto le molesta.
Mucha acción y carreras con humor estilo slapstick llenan la trama, simple pero bastante simpática. Con las voces de Will Arnett, Katherine Heigl, Brendan Fraser y Liam Neeson, encarnando a los principales personajes, la comedia regala a los pequeños muchos minutos de aventuras que terminan con un abrazo fraternal y dos maravillosas palabras: “Mejores amigos” ( best friends).