MADRID.- Centenares de personas desfilaban el viernes 28 de febrero ante el féretro de Paco de Lucía para despedir al genio de la guitarra en la capilla ardiente instalada en el Auditorio Nacional de Música de la capital española.
Los restos mortales del guitarrista, fallecido el martes en México a los 66 años a causa de un infarto, llegaron a España el viernes en un vuelo comercial. Está previsto que después del velatorio en Madrid el cuerpo sea trasladado a su Algeciras natal, en la región sur de Andalucía, donde será enterrado el sábado.
Admiradores de todas las edades y artistas como Alejandro Sanz se acercaron a presentar sus respetos a De Lucía. Tampoco faltaron autoridades. El príncipe Felipe de Borbón, heredero de la corona española, también visitó el Auditorio y dio el pésame a toda la familia del artista.
El féretro, situado en el centro del escenario, estaba cubierto por las banderas de España y Andalucía (verde y blanca), además de claveles rojos y blancos que iba depositando el público. A su espalda, decenas de coronas de flores y a su izquierda una enorme fotografía en blanco y negro de un joven De Lucía tocando la guitarra.
“No deja de ser curioso que haya muerto con 66 años, porque la guitarra tiene seis cuerdas”, dijo Santiago Hernández, de 31 años, quien viajó 300 kilómetros en autobús con su guitarra a cuestas sólo para despedirse. “Para mí era un dios. No habrá nadie que pueda siquiera igualarle”.
A lo largo del día se fueron formando largas filas de espera en el exterior del Auditorio. La mayoría aguardaba pacientemente. Otros improvisaban coplas en homenaje al guitarrista.
“Camino del cielo va, la guitarra enmudeció”, decía una de ellas.