Thomas Elementary School es la última de las 14 escuelas del Condado Clark creadas exactamente con la misma estructura.
El proyecto de 42 millones de dólares forma parte del Plan de Mejoras Capitales del distrito, que identifica las escuelas que necesitan sustitución. Una ceremonia de corte de listón el martes por la mañana celebró la nueva escuela.
El nuevo edificio, de 86 mil pies cuadrados, tiene capacidad para 850 alumnos y 53 puestos de enseñanza. El edificio anterior tenía 41 puestos de enseñanza, dijo Brandon McLaughlin, responsable de construcción y desarrollo, durante la ceremonia.
“Si van a gastar mucho dinero, este es el lugar para hacerlo”, dijo el director Michael Stosek, comentando las grandes necesidades de la comunidad escolar en la zona de Paradise, en Las Vegas.
“Hay mucho que se puede hacer con un edificio diseñado para una época diferente”, añadió. El antiguo edificio se construyó en 1966.
Brenda Zamora, miembro de la junta directiva, elogió el cambio que, en su opinión, se ha producido en los últimos años para construir escuelas más interesantes y luminosas.
“Creo que eso cambia la forma en que los alumnos asimilan el tiempo de clase”, afirmó.
Stosek dijo que la escuela, cuyo nombre completo es Ruby S. Thomas Elementary School, recibió un certificado de ocupación apenas 12 horas antes del primer día de clases. Durante el año previo a la construcción del nuevo edificio, la escuela se trasladó tres veces. Stosek llamaba “locura” al campus provisional del parque de casas móviles, que se calentaba hasta 125 grados en la acera.
“Era horrible”, declaró al Las Vegas Review-Journal. “Los niños viajaban en autobús por primera vez y aquello era un desastre”.
La parte favorita de Stosek del nuevo edificio es el espacio al aire libre, un cambio bienvenido con respecto a los socavones y el sistema de aspersores averiado de la antigua ubicación.
La madre Elizabeth Javier dijo que el cambio había sido duro para dos de sus hijos autistas. Pero ahora, dijo, su hijo menor disfruta del nuevo edificio.
Julian Patton, cuyo hijo cursa tercer grado en la escuela, la llamó “el lugar más asombroso del mundo”.
“Todos los maestros, pese a toda esa confusión, lo hicieron fácil”, dijo Patton. “Así que venir a este lugar después de lidiar con todo eso, sabiendo que los niños se lo merecen, no hay palabras. Es como una película cada día que venimos a la escuela”.