Vélez igualó como local ante Sarmiento y no pudo acercarse a la cima

Un fixture muy amable en el comienzo (en cuatro fechas, tres partidos de local contra rivales recién ascendidos, de los más novatos de los diez que subieron de categoría) no alcanza para que a este Vélez en construcción se le vean cimientos sólidos. Los hinchas terminaron coreando el nombre de un símbolo de épocas mejores, el capitán Cubero .

En la ovación se mezcla la nostalgia con la manipulación del presente, ya que el lateral, como viene ocurriendo últimamante, comete muchos errores y da ventajas, pero en un equipo tibio y desabrido sigue conquistando el corazón del hincha con alguna intervención providencial. Lo logró a los 38 minutos del segundo tiempo, cuando el ex Central Gervasio Núñez , la figura por su gambeta incontrolable, se iba directo al gol en una corrida de 40 metros en la que había dejado en el camino a dos marcadores. De perfil muy zurdo, Núñez no se animó a definir de derecha y demoró un segundo en acomodarse para su pierna más hábil; tiempo suficiente para que Cubero llegara a un desesperado cierre.

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