Se le pidió a los adultos mayores de la UNLV que pintaran de rojo los primeros trazos.
Y así, la transformación de color del Fremont Cannon azul comenzó el lunes cuando aproximadamente 300 personas llenaron la Unión de Estudiantes con las cámaras de sus teléfonos que capturaron a los jugadores, estudiantes y miembros de la facultad.
El cañón era ahora de la UNLV después de que los Rebels se unieran para vencer a la UNR 34-29 el sábado en el estadio Sam Boyd, finalizaron su temporada 4 a 8.
“Este momento lo es todo”, dijo el alero defensivo senior Jameer Outsey. “No querrías terminarlo de otra manera; la temporada no salió como quisimos, pero todo el trabajo duro y el esfuerzo que pusimos en la temporada finalmente dio sus frutos. Devolverle a esta comunidad, a los estudiantes y a todos los que nos apoyaron a través de gruesas y delgadas es realmente un honor”.
La procesión de 15 minutos con el cañón comenzó en Lied Athletic Complex, con un vehículo de la policía de la UNLV siguiendo al equipo hasta la unión estudiantil.
Esta es la segunda vez en cuatro años que los Rebels han pintado el cañón de rojo. Las temperaturas se mantuvieron cerca de los 60 grados en una mañana despejada y soleada mientras la banda de la universidad tocaba el himno de pelea y otros refranes familiares.
La UNLV ganó dos de sus últimos tres juegos, regresando de 23 a 0 para vencer al Wolf Pack. Fue la reaparición más grande en la historia del programa.
“Muestra la dureza y el coraje de realmente todo el programa”, señaló el entrenador de cuarto año Tony Sánchez. “Ellos entendieron la situación, sabían que estábamos un poco golpeados, solo teníamos que luchar por ello. Es el mejor grupo desde que llegué hasta el final”.
El linebacker junior/defensa, Javin White, realizó dos intercepciones en el cuarto trimestre que fueron críticas para la victoria de la UNLV.
“No tuvimos la temporada que queríamos ni la que la gente esperaba que tuviéramos, pero al menos hemos acertado en una cosa”, aclaró White. “Tenemos el cañón de vuelta, eso es lo mejor que pudimos hacer en este momento”.
El linebacker/alero defensivo junior, Gabe McCoy, comentó que sintió el amor de los fans en el juego y luego en la unión estudiantil. Una multitud anunciada en casi 20 mil asistió al juego.
“Ver a tantos fans de los Rebels en el campo la noche del sábado significó mucho”, confesó McCoy. “No sabía que teníamos tanta base de fans, pero la tenemos. Espero que aún más vengan y nos apoyen el próximo año”.
La UNLV abrirá la próxima temporada el 31 de agosto contra el sur de Utah en el estadio Sam Boyd.
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