Los boletos para el partido inaugural de la UNLV en el Estadio Allegiant contra el rival estatal, UNR, se agotaron el martes poco después de que se pusieran a la venta.
Menos de dos mil boletos se pusieron a disposición de los titulares prioritarios de boletos de la temporada de fútbol de la UNLV y de los miembros del Rebel Athletic Fund, y se agotaron en menos de una hora, según Andy Grossman, vocero de UNLV Athletics.
“La primera oportunidad para las personas que estaban más arriba en la lista con base a sus puntos de prioridad fue al mediodía y luego, antes de la una en punto, se habían agotado”, dijo Grossman.
Los precios de los boletos para ser los primeros fans en asistir a un evento en el estadio de dos mil millones de dólares comenzaron en 110 dólares. La UNLV jugará contra el Wolf Pack a las 7:30 p.m. del sábado.
Junto con los boletos disponibles el martes, 600 fueron para estudiantes y estudiantes-atletas de UNLV y 150 para estudiantes-atletas de UNR. El porcentaje de boletos reservados para estudiantes y estudiantes-atletas de la UNLV y el equipo visitante, es consistente con la forma en que fueron asignados en el Estadio Sam Boyd, explicó Grossman.
Además, los titulares de boletos de temporada premium, que compraron para suites y áreas VIP, no tuvieron que comprar en el lote general.
Aunque los grandes eventos con dos mil 500 o más asientos fijos están permitidos hasta un 10 por ciento de capacidad, UNLV optó por solicitar un tres por ciento de capacidad para asegurarse de que podía cumplir con las regulaciones de COVID-19 ordenadas por el estado. La escuela originalmente solicitó seis mil 150 fans, pero después de revisar su plan con los funcionarios del Condado Clark, UNLV derivó el límite a dos mil personas.
Los estacionamientos se abrirán dos horas antes del inicio del partido, con los fans estacionándose en zonas designadas y no se permitirán fiestas allí previas al partido. Las puertas del estadio se abrirán 90 minutos antes del partido.
Los aficionados se sentarán en ocho zonas, que se anotarán en su boleto móvil, no se permitirán más de 250 personas por sección. Habrá zonas de amortiguación de 25 pies entre las secciones y los fans no podrán salir de sus zonas designadas. Cada zona tendrá entradas designadas, baños y puestos de concesión. Los empleados del estadio también deberán permanecer en su zona designada.
“Esencialmente todo es autónomo dentro de cada zona”, mencionó Grossman.
Sólo serán permitidos grupos con seis o menos integrantes, con sólo dos grupos permitidos en cada fila con al menos seis pies de distancia entre ellos. Esto permite a cada grupo tener un punto de entrada/salida dedicado a su fila, eliminando la necesidad de que los fans de los partidos separados pasen uno al lado del otro para llegar a sus asientos.
Los fans deberán rellenar una encuesta de salud antes de llegar al estadio y se les someterá a un control de temperatura al entrar. También tendrán que cubrirse el rostro, llevar bolsas transparentes y seguir las pautas de distanciamiento social.
El plan de la UNLV tendrá que ser presentado de nuevo a los funcionarios del condado y del estado después del partido escolar del 7 de noviembre contra Fresno State. El número de aficionados permitidos se incrementará sólo si el estado eleva el límite de capacidad del 10 por ciento para ese momento.
Un plan similar se presentará para los partidos de baloncesto masculino en Thomas & Mack Center, anunció Grossman.