Noelle Barahona, un amuleto y una sonrisa, tras decepción en debut en Sochi

La chilena Noelle Barahona empezó con mal pie en los Juegos Olímpicos de Sochi-2014. En la primera parte del descenso de la supercombinada se cayó en una curva. Tras la decepción, un poco dolorida de un moratón en una pierna, apareció una esquiadora sonriente y positiva.

Acariciando un amuleto, el símbolo de un copo de nieve dorado que le regaló su madre antes de los Juegos de Vancouver-2010, la joven chilena de 23 años, trató de hacer una lectura positiva y pensar en la otras cuatro pruebas de los Juegos en las que va a participar, eslalon, gigante, supergigante y descenso.

Barahona comenzó su participación olímpica en Turín-2006, con apenas 15 años, siendo la participante más joven de aquellos Juegos. En Vancouver-2010 se hizo célebre ya que durante aquel evento ocurrió el terremoto de Chile y fue la única de su delegación que se quedó a la ceremonia de clausura, llevando la bandera.

“Este amuleto es un copo de nieve que me regaló mi mamá cuando salí del colegio y le dije que iba a seguir estudiando y que iba a ir a los Juegos. Mi meta es hacer cinco, así que vamos a ver si me va bien”, dijo Barahona.

Barahona no perdió su sonrisa y espera resarcirse en las cuatro pruebas que le restan, pese al golpe en una de sus piernas.

“Tengo la pierna con un poco de moratón pero creo que no me pasó nada grave. Voy a ver a mi kine hoy. Ojalá que esté lista para el descenso”, explicó Barahona, que se ha fijado como objetivo participar en cinco Juegos Olímpicos.

“No estoy decepcionada. Estar aquí en los Juegos es ya un gran logro. Estuve esquiando en el entrenamiento y lo disfruté mucho. Hoy corrí con el número seis, que es el mejor número que ha tenido un sudamericano en una partida de Juegos Olímpicos”, dijo.

Salir de la versión móvil