Miguel Calero, arquero de procedencia colombiana, se convirtió en leyenda en el club de fútbol Pachuca, por lo cual ha sido investido para entrar en el Salón de la Fama de México, en la categoría de Leyendas Mexicanas.
Calero debuto en su natal Colombia en el club Sporting de Barranquilla en el año de 1987 donde disputo 86 encuentros; después deambuló en el Deportivo Cali para llegar al Atlético Nacional, donde dio el salto al fútbol mexicano para enrolarse con el Pachuca.
Ya instalado en la escuadra mexicana, Calero demostró desde el inicio de su carrera en territorio nacional que daría la vida por el escudo de los “tuzos”. En su primer torneo con el Pachuca fue adquiriendo experiencia después de un arranque regular en el club.
Para su segunda temporada con el cuadro hidalguense, Calero logró afianzarse como titular en el arco del primer equipo, llevando a los “tuzos” a la final del Torneo Invierno 2001, el cual se llevaron con marcador global de 3-1 ante los Tigres de la UANL.
El “Condor” se convirtió en un jugador insignia del club mexicano, pues estuvo presente en cuatro títulos de Liga para los de Hidalgo; también figuró a nivel internacional en los diversos campeonatos que el equipo consiguió en recientes años.
El arquero estuvo presente en el primer título internacional del club Pachuca, la Copa de Campeones de la Concacaf, en donde superaron a los Jaguares de Chiapas con un gol suyo, al final del partido en minutos añadidos.
En total consiguió seis títulos internacionales como arquero de la escuadra mexicana, donde destacó por conseguir el título más importante para un club mexicano en Sudamérica, al consagrarse campeón de la Copa Sudamericana en el año 2006, ante el club chileno Colo-Colo.
Miguel Calero también defendió en diversas ocasiones el escudo de la Selección de futbol de Colombia, obteniendo el título de la Copa América en 2001; así mismo disputo la Copa Mundial de Futbol en 1998 con los “cafetaleros”, donde no lograron avanzar de la primera fase.
El destino le tendría un complicado futuro a la vida de Calero, pues el arquero falleció en 2012 de un infarto cerebral, después de una embolia en el hemisferio derecho. Un día después de su muerte, el Club Pachuca velaría su cuerpo en el Estadio Hidalgo, casa de los “tuzos”.
La investidura de este año estará marcada por la nostalgia de Ciudad Hidalgo, y en especial del Club Pachuca, pues la máxima insignia del equipo será premiada por su excelente trayectoria, la cual le dio al club hidalguense amplio reconocimiento nacional e internacional.