RALEIGH, Carolina del Norte — Los Golden Knights, como tantos otros estudiantes sorprendidos, volvieron de sus vacaciones para toparse con un montón de tareas esperándoles.
Los Knights no hicieron los mismos típicos ejercicios que hacen cuando regresan de vacaciones, en cambio, fueron puestos a prueba el jueves en la PNC Arena.
La práctica, más larga de lo habitual, contó con mucho tiempo en la pizarra, ya que el entrenador Peter DeBoer continuó impartiendo sus sistemas y filosofías a sus alumnos descansados. Hubo mucha instrucción, aprendizaje y preguntas mientras los Knights hacían cambios sobre la marcha para rescatar una temporada que ha sido una decepción.
Es urgente que despierten rápidamente, el equipo sabe que ya ha cavado un hoyo, y no está ansioso por quedarse más atrás durante su viaje de cuatro juegos, que comienza el viernes contra los Carolina Hurricanes.
“Será un gran salto hasta la meta”, mencionó el defensor Nate Schmidt. “Estaremos todos aquí hasta el final del año porque los equipos están a nuestro alrededor (en la clasificación). Están jugando, están ganando y debemos mantener el ritmo”.
La práctica del jueves enfatizó varias cosas que los Knights quieren limpiar en sus últimos 30 juegos.
Ensayaron y el equipo trabajó en cómo cada patinador debe posicionarse en la zona defensiva para crear la estructura que DeBoer busca.
El entrenador sentó las bases de cómo quiere que jueguen los Knights en su breve tiempo de entrenamiento previo a las vacaciones, pero no estuvo seguro de cuánto memorizaron los jugadores después de despedirlos tras un partido del 21 de enero contra los Boston Bruins, así que volvió a la pizarra el jueves.
El equipo se reunió para escuchar a DeBoer y al nuevo asistente Steve Spott hablar allí siete veces durante la práctica.
“De hecho, enseñamos mucho antes del descanso, pero si les das un día libre a estos chicos, empiezan a olvidarse de todo”, comentó DeBoer. “Les das 10 días libres, y no estoy seguro de que recuerden quién soy, así que tuvimos que empezar de nuevo”.
DeBoer admitió que hay una “línea fina” que está tratando de trazar con respecto a los cambios de sistema. Quiere hacer ajustes que cree que ayudarán y no sobrecargar a sus jugadores con información.
Ese equilibrio es aún más complicado debido al predicamento de los Knights, el equipo está a cinco puntos del primero en la División del Pacífico y se aferra a un puesto de comodín al entrar en juego el jueves.
Los Jets de Winnipeg, los Blackhawks de Chicago, los Predators de Nashville y los Wild de Minnesota le pisan los talones a los Knights. Cualquier error en las jugadas podría causar una expulsión de los playoffs.
Pero DeBoer también sabe que no fue contratado para mantener las cosas estáticas.
“La realidad es que, a lo largo de 50 partidos, nuestro juego no ha sido lo suficientemente bueno”, destacó DeBoer. “Tenemos que cambiar algunas cosas y añadir otras”.
El jueves fue un paso hacia eso, y los Knights continuarán aprendiendo bajo la dirección de DeBoer. Su esperanza es que esto los lleve a más victorias, ya que aspiran a su tercer puesto en los playoffs en tres temporadas.
No será fácil. El programa restante es el noveno más difícil de la NHL por porcentaje de puntos, según NHL.com.
“Se pasan rápido la última mitad del año y los últimos 30 partidos”, apuntó el centro Paul Stastny. “No puedes quedarte sentado en ningún partido. Cada equipo contra el que juegas está básicamente compitiendo por un puesto de playoff, ya sea en una conferencia o en la otra. Y si no lo están, entonces estás jugando contra equipos que no tienen nada que perder, y a veces son más difíciles de vencer también”.