(Columna)
Diez minutos antes del comienzo del domingo, el estacionamiento del Westgate SuperBook de Joe W. Brown Drive aún tenía dos lugares disponibles.
Se notaba enseguida que este iba a ser un domingo de inauguración de la NFL en Las Vegas como ningún otro, incluso marcado por el primer partido de los Raiders como el equipo de la NFL de Las Vegas.
Jay Kornegay, el icónico vicepresidente de la casa de apuestas deportivas, estaba mortificado.
“¡¿Qué?!” gritó con fingido horror al saber que nadie estaba dando vueltas en el estacionamiento.
“La buena noticia es que es temporada de fútbol, se están jugando partidos, la gente está emocionada”, dijo Kornegay. “Pero se nota que no es del todo normal, no se ve una multitud tan grande como la que normalmente vemos”.
Pero aún así, se vio una multitud que habría puesto nerviosos a los CDC.
Nadie sale del edificio
Kornegay estaba de pie en el vestíbulo principal, no lejos de la estatua de bronce de Elvis Presley. En el SuperBook, nadie salía del edificio. Para el inicio de los juegos de la tarde, la fuerza de seguridad estaba alineada a través de la entrada.
La casa de apuestas había alcanzado la mitad de su capacidad de mil 100, plena capacidad durante una virulenta pandemia, por decreto del gobernador.
Si el doctor Anthony Fauci se hubiera parado junto a las ventanas de apuestas, habría huido en horror, la distancia social era difícil de practicarse.
La mayoría de los que no llegaban lo suficientemente temprano para conseguir un asiento, se quedaban en pequeños grupos.
“Los jugadores de carreras y apuestas deportivas son muy consistentes con el uso de cubrebocas”, dijo Kornegay. “A veces con el distanciamiento social, cuando hay una fila, se vuelve un poco difícil. Pero cuando les recordamos las reglas, han sido bastante respetuosos (en cuanto a la permanencia)”.
“Da un poco de miedo”, admitió un fan del fútbol americano con una playera de Russell Wilson de los Seahawks sentado en la parte delantera acerca de mezclarse con otros durante una pandemia. Pidió que lo nombraran Carl.
“Sólo vengo aquí y al supermercado y eso es todo”, dijo Carl.
South Point se extiende
Al otro lado de la ciudad, en South Point, la distancia social era más abundante.
Las cómodas sillas de la casa de apuestas estaban más separadas que las de Westgate. Se extendían desde un extremo del establecimiento hasta el estudio de VSiN donde Brent Musburger habla de los juegos de Los Raiders.
“Estaba en el Boulevard de Las Vegas diciéndole a la gente que estamos abiertos”, dijo Jimmy Vaccaro, el legendario creador de apuestas de South Point, sobre cómo empezó su día. “Alguien debió habernos escuchado”.
Aunque el porcentaje de jerseys de los Raiders en South Point era mayor que en Westgate, los seguidores de los “Silver y los Black” se vieron obligados a entrecerrar los ojos para ver el debut del equipo como Los Raiders de Las Vegas. Su juego en Carolina fue relegado a las pantallas grandes más pequeñas en la sala principal de apuestas.
“No me importan los Raiders excepto si necesitamos que ganen o que pierdan; soy un corredor de apuestas”, señaló Vaccaro desde el centro neurálgico de South Point donde él, el director de apuestas Chris Andrews y el director de marketing de VSiN, Vinny Magliulo, se maravillaron de la concurrencia del domingo de apertura.
“Recuerdo un par de años atrás cuando Steve Young hablaba de la demanda de la NFL y dijo que sería eterna”, relató Andrews. “Tenía razón, no veo que disminuya”.
Una adulta mayor aficionada al fútbol sentada en la cuarta fila de asientos cerca de la línea de 50 yardas del Sportsbook llamó la atención con su gorra de los Saints. Betty Herold afirmó que fue concebida en Mount Charleston, regresó a Las Vegas después de que su trabajo con la línea de cruceros para la que trabajaba cayera víctima del COVID-19.
Su nuevo y exótico puerto es la casa de apuestas de carreras y deportes de South Point. Había llegado a las 7 a.m. para obtener un asiento y parecía estar pasándola bien, aunque los Raiders y los Panthers estaban acumulando puntos.
“Marqué el círculo equivocado (en la tarjeta del parlay)”, agregó.
El fútbol profesional había vuelto. Y, por una tarde, parecía que Las Vegas también.