El ala de Liberty, Journie Augmon, no tenía ningún interés en jugar baloncesto como su famoso padre.
“Solía ser porrista”, comentó con una sonrisa. “Porra fue mi primer deporte y mi primer amor, un día pensé: ‘Tal vez debería intentar el baloncesto’, y tengo una idea de ello”.
O, tal vez, heredó una sensación de ello.
Augmon, ahora en su sexto año de baloncesto competitivo, promedia 12.3 rebotes, la mejor de la zona de Las Vegas, con 9.5 puntos y 2.3 robos para las Patriots, quienes pasaron por la Liga del Sudeste sin una derrota para ganar un doble bye en el torneo de la Región del Desierto.
“Ha estado dejando atrás a la mayoría de los equipos casi por sí misma”, dijo el entrenador de Liberty, Chad Kapanui. “Es una locura pensar que una persona de ese tamaño esté recibiendo todos esos rebotes … pero también ha estado anotando, ella es una gran parte de nuestra ofensiva y defensa este año”.
La alumna de 5 pies y 9 pulgadas acreditó sus instintos y tenacidad en el cristal a su padre, Stacey, una estrella en los equipos de la UNLV de 1987-91 que llegaron a los puestos de la Final Four consecutivos y ganaron un campeonato nacional en 1990. Luego jugó 15 años en la NBA.
Aunque ella rechazó el básquetbol inicialmente, y él nunca la presionó para que jugara. En su lugar, eligió comenzar por su propia cuenta en el séptimo grado.
“Se sorprendió”, describió sobre su padre, quien entrena a un club de baloncesto profesional en Corea del Sur. “Me dijo: ‘No tienes que ir a la universidad para jugar al baloncesto, no tienes que estar a la altura de lo que yo he hecho’, eso es lo que siempre me ha dicho”.
Augmon, quien creció rápidamente para amar el juego, promedió 3.7 puntos, 5.7 rebotes y dos robos como jugadora de rol para Liberty la temporada pasada. Las Patriots llegaron al juego de campeonato estatal de Clase 4A en febrero, pero perdieron a Dre’Una Edwards, Rae Burrell y London Pavlica, que se destacaron en la primavera.
Como la única titular que regresó al equipo, Augmon esperaba asumir un papel más importante y disfrutar de una oportunidad de liderazgo. Terminaron la temporada regular con un récord de 19 a 5 y jugarán de nuevo el jueves.
“Ella entró como líder, se convirtió en capitana y ahora es una gran parte de lo que hacemos”, destacó Kapanui. “Jugar el año pasado en el equipo universitario la ayudó mucho, y también jugar con otras buenas jugadoras”.
Augmon irá a la universidad para jugar básquetbol y anunció el 25 de enero su compromiso de asistir a la Universidad William Penn, una escuela NAIA en Oskaloosa, Iowa.
La ex animadora no esperaba jugar baloncesto en absoluto, mucho menos a nivel colegial.
“Pero me alegro que lo hice”, confesó. “Trajo una nueva vida, un nuevo viaje”.
Un viaje que no comenzará hasta el otoño, porque ella tiene al menos un juego más en la escuela secundaria para jugar primero.
Y tal vez unos pocos más.
“Estoy tan emocionada”, expresó. “Nuestro equipo se unió muy bien y estoy emocionada de ver lo que vamos a hacer”.