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Tres conclusiones de la derrota de los Knights: El ataque sigue sufriendo en casa

El portero de los Bruins de Boston, Jeremy Swayman, envolvió a su compañero Linus Ullmark en un enorme abrazo de oso tras sonar la bocina final.

Ullmark, en su 16ª victoria en la NHL, tuvo que rechazar sendas escapadas del ala izquierda de los Golden Knights, William Carrier, y del defensa Ben Hutton. Detuvo dos buenos lanzamientos del centro Jake Leschyshyn en el mismo turno. Vio cómo un disparo del defensa Daniil Miromanov se estrelló en el poste.

Los Knights, a pesar de no contar con varios de sus mejores jugadores el domingo, tuvieron sus oportunidades en su segundo partido en siete días contra los Bruins. Simplemente no remataron lo suficiente contra el equipo con el mejor récord de la liga.

El resultado fue una pesada derrota por 3-1 ante un público anunciado de 18,114 espectadores en T-Mobile Arena. Los Knights terminaron su serie de tres partidos en casa con cuatro goles, de los cuales solo uno llegó en un cinco contra cinco.

“Tenemos que recuperar un poco más de esa arrogancia con nuestra unidad de cinco hombres”, dijo el capitán Mark Stone. “Nos defendemos como uno solo, y los equipos se están librando de nosotros con demasiada facilidad”.

El partido del domingo siempre iba a ser un reto para los Knights (20-9-1), que cayeron a 8-7 en casa.

Jugaron sin el pívot Jack Eichel (por una lesión en la parte inferior del cuerpo), el defensa Alex Pietrangelo (motivos personales) y el defensa Shea Theodore, que se lesionó en el partido del viernes contra los Philadelphia Flyers.

Esto ha eliminado un gran terreno de juego de su alineación. Eichel lidera a los Knights con 13 goles y 29 puntos. Theodore está empatado en el tercer puesto del equipo con 22 puntos, y Pietrangelo es quinto con 21.

Los Knights consiguieron una ventaja de 1-0 a los 4:03 del primer periodo gracias a un gol de Stone en el power play. No volvieron a anotar a pesar de generar buenas oportunidades contra la defensa número uno de la NHL en goles en contra por partido.

Boston (22-4-1) empató el partido con un gol del pívot Patrice Bergeron a los 3:54 del segundo periodo. El ala derecha Jake DeBrusk adelantó a los Bruins (2-1) tras un increíble pase del pívot Pavel Zacha a los 2:10 del tercer periodo, y el pívot Charlie Coyle añadió un gol más 6:54 después.

Ullmark terminó con 30 atajadas para ganarse el abrazo de Swayman. Los Knights, tras derrotar a los Bruins por 4-3 en una tanda de penaltis en el regreso del entrenador Bruce Cassidy a Boston el 5 de diciembre, se conformaron con dividir la serie de la temporada.

“Cuando te enfrentas en este tipo de partidos a un equipo tan bueno como Boston, con toda la profundidad que tienen, los márgenes se reducen cuando te faltan algunos de los jugadores que marcan la diferencia”, dijo Cassidy. “Los chicos pueden sentirse bien por su esfuerzo y por competir contra un buen club de hockey, pero cuando pierdes, no hay victorias morales en ese sentido”.

He aquí tres conclusiones de la derrota:

1. Las ausencias aumentan

Los Knights, ya cortos de efectivos, se quedaron con un hombre menos a los 1:37 del segundo periodo.

El ala izquierda Taylor Hall chocó contra la pierna derecha del defensa Zach Whitecloud luchando por un puck suelto en el power play. Whitecloud fue asistido fuera del hielo por los centrales William Karlsson y Nicolas Roy. No volvió, lo que obligó a los Knights a jugar con cinco defensas el resto del partido.

Cassidy no dio más noticias sobre Whitecloud. Sin Pietrangelo, Theodore y Whitecloud, a los Knights les faltaban los tres defensas derechos con los que abrieron el partido.

“Fue un poco diferente”, dijo Hutton. “Pero al mismo tiempo, sentí que como cuerpo lo hicimos bien. Hablábamos y ejecutamos bastante bien”.

2. Los equipos especiales dan un empujón

Los equipos especiales de los Knights dieron un paso adelante, ya que el equipo no conseguía producir en el cinco contra cinco.

Su power play anotó contra el número uno de la NHL a pesar de que Eichel y Theodore fueron retirados de la primera unidad. Los Knights acabaron 1 de 4 con siete disparos. Tampoco cedieron ningún gol en la ventaja de hombres a la tercera unidad de Boston, pese a cometer dos penalizaciones menores.

3. Problemas en casa

Los Knights han encadenado tres derrotas consecutivas en casa. En esos nueve partidos han sido superados por 28-19.

Las dificultades del equipo son desconcertantes si se comparan con su récord fuera de casa. Los Knights han anotado el mayor número de goles fuera de casa de la NHL (60) en 15 partidos. En casa han anotado la 27ª mayor cantidad (36) en el mismo número de partidos.

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