Se suponía que habría 12 minutos de tiempo añadido. Eso es lo que declaró el árbitro salvadoreño Ivan Barton cuando el reloj llegó a los 90 minutos durante la victoria por 3-0 de Estados Unidos contra México.
Sin embargo, cuando el guardameta estadounidense Matt Turner enfilaba un saque de meta en el minuto ocho, un murmullo empezó a retumbar por todo Allegiant Stadium. Una vez que Turner lanzó el balón hacia el fondo del campo, un grito familiar resonó por todo el estadio mientras los fans mexicanos gritaban un insulto despectivo en español contra los homosexuales.
No era ni mucho menos la primera vez que se escuchaba ese cántico durante el partido. Así que Barton hizo sonar su silbato, convocó a los jugadores y paró el partido cuatro minutos antes de tiempo.
“Es algo fuera de lugar en el juego”, dijo el entrenador interino de la selección masculina de Estados Unidos, B.J. Callaghan. “Es algo a lo que nos hemos opuesto antes y seguiremos haciéndolo”.
El final anticipado del partido de rivalidad entre Estados Unidos y México de la noche del jueves en las semifinales de la Liga de Naciones de la CONCACAF en Allegiant Stadium provocó una declaración inmediata del organismo rector del fútbol continental, que condenó los cánticos en un comunicado el viernes.
“Estos incidentes fueron extremadamente decepcionantes y empañaron lo que debería haber sido una ocasión positiva para mostrar el fútbol de alta calidad en nuestra región”, dice el comunicado de la CONCACAF.
La CONCACAF también anunció que varios fans fueron expulsados del estadio por el personal de seguridad por cánticos despectivos durante el partido.
El cántico en sí es bastante sencillo. Los fans esperan un saque de meta contrario y gritan la palabra en argot al portero del otro equipo.
El cántico despectivo acabó antes de tiempo con el partido de rivalidad entre Estados Unidos y México, pero se escuchó ya en el minuto 13 del encuentro, lo que desencadenó la primera fase del protocolo antidiscriminación de la CONCACAF. Una advertencia apareció en la pantalla del Allegiant Stadium, anunciando que la continuación de los cánticos conllevaría la expulsión, la interrupción del partido y una posible derrota de México.
El anuncio fue recibido con estridentes abucheos.
Barton inició la segunda fase del protocolo antidiscriminación al final de la segunda parte. Cuando el partido se convirtió en un caos tras la acumulación de cuatro tarjetas rojas y nueve amarillas, el árbitro interrumpió el juego durante varios minutos debido a nuevos cánticos discriminatorios. El partido terminó antes de tiempo debido a la discreción del árbitro.
México podría enfrentarse a nuevas sanciones de la CONCACAF por los cánticos homófobos. A mediados de enero, la FIFA multó a la Federación Mexicana de Fútbol (FMF) y le impuso una sanción de un partido por los cánticos homófobos en el Mundial de 2022. México también fue sancionado por la FIFA tras el Mundial de 2018 por los mismos cánticos.
La FMF ha tomado medidas para frenar el uso del cántico recientemente, publicando videos en los que los jugadores piden a los fans que paren y amenazando con prohibiciones de varios años para los fans que sean sorprendidos haciendo el cántico. Sin embargo, el cántico se remonta a finales de la década de 1990, y el jueves fue otro recordatorio de su prevalencia.
“Creo que está muy claro por nuestra parte que no tiene lugar en nuestro sistema de valores con nuestro equipo”, dijo Callaghan.