Para Fernando Valenzuela, su ingreso al Salón de la Fama del Béisbol Mexicano ocurrió en el momento correcto.
A 22 años de su retiro de los campos, el oriundo de Etchohuaquila, Sonora recibió el reconocimiento por parte del Consejo de Administración del recinto, sin que hasta el momento se le haya distinguido de la misma forma en Estados Unidos.
“Hace cuatro o cinco años hubo (planes de ser inmortalizado), no se pudieron hacer. No es que se haya tardado, estar en el Salón de la Fama este año es lo máximo.
“Otra de las cosas es que es la primera en este nuevo lugar para que continúe para muchas generaciones. Valió la pena todo, en el béisbol vale la pena todo. Llegó este año y estoy contento. Es difícil para mí opinar sobre Cooperstown, ya estamos en México, que es lo más importante en mi carrera”, opinó al término de la ceremonia el pitcher zurdo.
En compañía de los ex jugadores Daniel Fernández y Ricardo Sáenz, y el empresario Cuauhtémoc Rodríguez, “El Toro” tomó la palabra y con tono sencillo y pausado, agradeció a quienes formaron parte de su triunfo como deportista.
Abordado por políticos, empresarios, fanáticos, periodistas, amigos y ex colegas, el pelotero de talla internacional fue reconocido por las hazañas que lo llevaron a hacer historia y ser ganador de los premios Novato del Año, Cy Young, el Guante de Oro y el Bat de Plata durante los años ochenta, fama que le dio la “Fernandomanía” entre la comunidad latina.
Reflexivo, asegura que la clave del éxito para las nuevas generaciones depende de la paciencia para recibir una oportunidad en las Ligas Mayores, pues consideró que el talento actual del diamante ha sido fructífero.
“Están surgiendo nuevos talentos mexicanos para el béisbol de Estados Unidos, en las Grandes Ligas se han dado cuenta y es muy importante. Es un gran paso que estamos dando. Este es un deporte, pero también una carrera, un trabajo. Tienen que esperar para cuando llegue su oportunidad, hay mucha competencia, pero si uno tiene paciencia se puede lograr”, señaló Valenzuela.
El también ex Charro de Jalisco vistió una camisola del Salón de la Fama con el número 34 en la espalda, y develó su placa junto al resto de las figuras del rey de los deportes.