NUEVA YORK.- El culebrón de la venta de Los Ángeles Clippers concluyó hoy con el anuncio oficial hecho por la NBA que el multimillonario Steve Ballmer es el nuevo dueño del equipo, tras la confirmación por parte de una corte de California de la autoridad legal de Shelly Sterling en la gestión de la misma.
De acuerdo a la decisión de la corte, Shelly, la esposa del Donald Sterling, el anterior dueño del equipo, tenía la autoridad de realizar su venta a nombre del fideicomiso de la familia, de acuerdo al comunicado oficial que dio a conocer la propia liga.
Anteriormente, el pasado 15 de julio, la junta de gobierno de la NBA aprobó previamente la venta de los Clippers a Ballmer, el exejecutivo de Microsoft, que hizo una oferta de 2,000 millones de dólares.
“Me siento honrado de ser el nuevo dueño de Los Ángeles Clippers”, declaró Ballmer en un comunicado oficial difundido por el equipo. “Los seguidores de los Clippers son sorprendentes. Han permanecido leales a nuestra franquicia a través de tiempos extraordinarios”.
Ballmer, como se esperaba, también llega con la promesa que formará un equipo fuerte y le dará al entrenador y presidente de operaciones Doc Rivers, todo el apoyo que necesiten para que puedan realizar una gran labor en el campo deportivo.
Ballmer decidió que completaría la venta tan pronto como saliera el dictamen del juez del tribunal superior de California, Michael Levanas, lo que ocurrió hoy por la mañana.
“Estábamos listos”, destacó el abogado de Ballmer, Adam Streisand. “En minutos, el trato fue firmado, sellado y enviado a la liga”.
El cierre de la venta de los Clippers a Ballmer puso también fin a varias semanas de enfrentamientos legales que han mantenido Shelly y Donal Sterling, de 80 años, quien durante el juicio llamó “cerda” a su esposa por el comportamiento que había tenido al denunciarlo que estaba incapacitado para llevar la gestión económica de la fortuna de la familia.
Todo el proceso de venta del equipo, que inició de forma unilateral la NBA, se dio a comienzos del año tras conocerse públicamente los comentarios racistas y ofensivos que de manera privada hizo Donald Sterling contra los negros en una conversación que le fue grabada de forma ilegal de acuerdo a la ley de California.