En el óvalo de Las Vegas Motor Speedway se corrían las 400 millas de la tercera fecha de La Copa Sprint de la categoría Nascar. Sentado en su lugar de trabajo, Aric necesitaba tomarse un descanso luego de una larga reunión de trabajo con sus mecánicos y su equipo de competencia. Minutos más tarde, estábamos frente a una de las promesas de este deporte y de quien queríamos saber un poco más de su vida, su presente, su futuro y esto fue lo que nos dijo “Naci en Marzo de 1984 en Eglin air force, en Pensacola, Florida mientras mi padre era miembro de La Fuerza aérea. Un tiempo después nos mudamos a Tampa donde mi papá comenzó a trabajar de bombero, mientras yo crecía en medio la comunidad hispana” recuerda Aric. “Mi papá tenía solo 4 años cuando llegó con mis abuelos a América en busca de libertad” “Ellos debieron resignar todas sus propiedades y hasta sus anillos de casamiento para poder escapar de aquella Cuba comunista” explica Aric…
A medida que fue creciendo Aric debió elegir entre sus dos pasiones; el baseball, impulsado dentro de aquella comunidad hispana de Tampa o el automovilismo que llevaba en la sangre, viendo correr a su abuelo Sam Rodríguez, famoso corredor de Sprint Car Race en Florida por aquellos días. “A los 8 años, comencé a dar mis primeros pasos en el automovilismo en lo que estoy seguro, fue mi mejor decisión y lo que practico hasta hoy” ” Estoy casado con Janise, somos padres de dos niños y vivimos en Mooresville (N.C.)”
Cuando le preguntamos sobre su futuro en Nascar nos aseguró que se siente muy cómodo dentro de categoría donde quiere seguir cosechando triunfos con su poderoso auto Ford (número 43) que lo ha llevado en las temporadas 2012 y 2013 a calificar en varias oportunidades dentro de los primeros 10 en la línea de partida. Sin duda, Aric Almirola es una promesa dentro del competitivo mundo Nascar y un orgulloso representante de la comunidad hispana.