CIUDAD DE MÉXICO.- Al menos 22 personas resultaron heridas, incluidas dos de gravedad, el sábado 5 de marzo cuando aficionados se pelearon durante un partido de fútbol en Querétaro.
El partido entre el anfitrión Gallos Blancos de Querétaro y el Atlas de Guadalajara —el vigente campeón de la liga— fue suspendido en el minuto 62 cuando se desataron múltiples peleas en las gradas. El personal de seguridad abrió las puertas del campo para que los aficionados, incluidos mujeres y niños, pudieran escapar de las tribunas.
Los jugadores del Atlas huyeron rápidamente a los vestidores al igual que algunos del lado de Querétaro. Otros jugadores locales, incluido el arquero uruguayo Washington Aguerre, se quedaron cerca del banquillo tratando de calmar a la afición.
Luego de varios minutos algunas de las peleas se trasladaron a la cancha donde continuaron con puñetazos y patadas. Algunas personas iban armadas con sillas y barras de metal.
Se podía ver a un aficionado tirando de un cuchillo para cortar las redes de una portería. Otros destruyeron una de las banca y algunos pelearon en el túnel hacia el campo.
“Hasta el momento no hay reporte de muertos, 22 personas lesionadas, nueve de ellas trasladadas al Hospital General y de estas, dos se encuentran críticas”, informó Protección Civil del estado de Querétaro. “Los demás se encuentran estables. Cabe mencionar que todos los lesionados son del sexo masculino y en este momento se ha confirmado que cuatro eran del estado de Jalisco”.
Guadalajara es la capital de Jalisco.
La liga condenó la violencia en un mensaje en su cuenta oficial de Twitter. El presidente de la liga, Mikel Arriola, dijo más tarde que el juego no se reanudaría. Agregó que los responsables de la falta de seguridad en el estadio serán sancionados.
Atlas también ha tenido problemas recientemente con la violencia entre sus aficionados. El año pasado, el “clásico” con el rival del otro lado de la ciudad, Chivas, vio un altercado en las gradas.
“Lamentablemente, lo que está pasando en Querétaro… Está pasando en mi país”, dijo Rafael Márquez, ex-capitán de la selección mexicana que comenzó su carrera en Atlas y luego se convirtió en su entrenador.
En las redes sociales circularon videos gráficos y fotos que mostraban a aparentes aficionados inmóviles en el suelo, en algunos casos desnudos y cubiertos de sangre.
El gobernador de Querétaro, Mauricio Kuri, condenó la violencia y dijo que los dueños del club de Querétaro tendrían que responder por lo sucedido.
“He dado instrucciones para que se aplique la ley con todas sus consecuencias”, aseveró.