La imagen que se tiene de los rusos es que son gente taciturna. Pues la ceremonia de clausura de los Juegos de Sochi, la olimpiada más cara de la historia, sirvió para confirmar que el buen humor existe en la Rusia de hoy.
En el Estadio Fisht, el grupo de 700 bailarines —ataviados con trajes de color plateado— recreó el fallo de la gala de inauguración hace dos semanas, cuando uno de los cinco anillos olímpicos no se pudo encender durante una secuencia de pirotecnia. El domingo, de manera intencional, los artistas se demoraron en completar la formación del quinto anillo, provocando risas.
Con Vladimir Putin observando con orgullo, el último acto de los Juegos de Sochi comenzó con un despliegue de fuegos artificiales.
Darle una calificación al megaproyecto del presidente ruso, al montar una olimpiada de invierno en una ciudad de clima subtropical, no es una tarea fácil.
Los rusos se autoevaluarán con buenas notas, cumpliendo con el objetivo de su presidente de haberle mostrado al mundo la pujanza del país, lo mucho que ha avanzado tras el desplome del comunismo hace dos décadas.
Rusia encabeza medallero
El anfitrión Rusia quedó en lo más alto del medallero y Canadá ganando la final del hockey hielo masculino, pero las noticias de que otros dos atletas dieron positivo a la presencia de sustancias prohibidas restaron brillo a la ceremonia.
Canadá se quedó con el último y más codiciado título de los Juegos al vencer a Suecia 3-0 para mantener su corona del hockey sobre hielo masculino, pero otras dos victorias de Rusia le dieron una ventaja insuperable con 13 oros frente a los 11 de Noruega.
Los problemas de Suecia se agravaron por la noticia de que el atacante Nicklas Backstrom había fallado una prueba contra el dopaje. El se perdió el partido por la medalla de oro, obligando a su equipo a rearmar rápidamente su alineación poco antes de salir al hielo.
En Centro de Deportes de Deslizamiento Sanki, Alexander Zubkov sumó la corona del bobsled de cuatro hombres a la medalla que ya había ganado en la modalidad de dos competidores, mientras que en la pista de esquí a campo traviesa, Alexander Legkov se quedó con la carrera de 50 kilómetros, dándole dos preseas doradas más a Rusia.
Esas victorias garantizaron que el anfitrión liderara el medallero de los Juegos, emulando a los canadienses que encabezaron la lista en su país cuatro años antes.