Estrella de las Aces dice que árbitro olímpico le dijo que ‘controlara mis emociones’

A'ja Wilson, de Estados Unidos, celebra después de anotar contra Japón en un partido de basqu ...

VILLENEUVE-D’ASCQ, Francia – La estrella de las Aces A’ja Wilson siempre ha mostrado emoción en la cancha.

Ya sea para animar a sus compañeras tras un gran pase o a sí misma después de una gran canasta o bloqueo, Wilson lo usa para alimentar su juego de “Jugadora más valiosa” (MVP).

Al parecer, no todo el mundo es fan de ello.

Wilson recordó, después de que Estados Unidos derrotara a Bélgica el jueves en los Juegos Olímpicos, que uno de los oficiales del partido le dijo que bajara el tono.

“Tengo que controlar mis emociones (le dijo él), y creo que eso solo aumentó aún más mis emociones, porque pensé: ‘¿Cómo me vas a decir en mi trabajo que no puedo mostrar emoción, pasión?’”, dijo Wilson. “Así que mantengo la calma. Sigo siendo yo misma. Mantengo la calma entendiendo quién soy y a quién tengo a mi alrededor, y no miro atrás y solo sigo adelante”.

Wilson dijo que no pensaba cambiar su forma de jugar cuando Estados Unidos enfrente a Alemania el domingo, con el primer lugar de su grupo en juego. Ambos equipos van 2-0 y ya pasaron a cuartos de final en París.

“No voy a dejar que una defensa piense que me han parado. Creo que nunca voy a dejar que se libren de mí”, afirmó. “Y eso es lo que tengo que seguir haciendo. Así que a ese árbitro le voy a seguir gritando. Voy a seguir gritando. Voy a seguir alborotando, maldiciendo en cualquier lugar entre vítores. Porque ese es el juego que practico”.

Wilson dijo que el oficial hizo el comentario después de que él había regresado y mirado una jugada.

“No le digo que no pite, como no le digo a usted cómo hacer su trabajo, no me diga a mí cómo hacer el mío”, dijo la dos veces MVP de la WNBA.

Wilson, que está promediando 23.5 puntos y 13 rebotes con Estados Unidos, no fue la única que mostró emoción en la victoria sobre Bélgica. Fue un partido divertido, con más de 25 mil aficionados presentes, la mayoría animando a Bélgica, ya que el estadio estaba a unas seis millas de la frontera del país.

La normalmente tranquila Breanna Stewart se emocionó tras un gran bloqueo y Sabrina Ionescu hizo callar al público, llevándose el dedo a la boca, después de un tiro de tres puntos.

Las estadounidenses disfrutaron en camino de su 57ª victoria olímpica consecutiva.

“Obviamente, sabíamos que nos superaban en número en el público, pero queríamos animar al equipo y que supiera lo que estaba en juego y lo importante que era”, dijo Stewart. “Ganamos un partido, pero eso no significa nada. Solo jugamos con mucha pasión y nos divertimos”.

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