El Conejo Óscar Pérez es de esos futbolistas que todavía siguen el manual de la vieja guardia. No es partidario de la tendencia que invita a los jugadores a usar tatuajes y hasta dice que en su casa no le permiten el retiro. A sus 41 años sueña con ser campeón en el Pachuca y sólo así contemplaría retirarse.
“Mi familia vive el momento, siempre disfruta conmigo y siempre me apoya. En mi casa mi esposa quiere que me vaya a entrenar, en las vacaciones me pregunta qué voy a hacer hoy, no me quiere ahí (risas). La verdad es que me toleran mucho y nos llevamos muy bien”, dice uno de los jugadores más veteranos de la Liga MX.
En el vestuario de los Tuzos, Óscar Pérez es el elemento con mayor experiencia. Algunos de sus compañeros, como Hirving Lozano, todavía no nacían cuando el portero hacía su debut con La Máquina. Ahora, después de 21 temporadas en activo, funge como consejero para los más jóvenes del plantel.
En el semestre pasado, el Conejo volvió a ser protagonista en una liguilla. El arquero de los Tuzos tenía más de cinco años sin jugar la fase final y en el Clausura 2014 se quedó a unos cuantos minutos de conseguir su segundo título en el balompié nacional.
“Disfruto el futbol y lo que más me gustaría antes de retirarme es ser campeón”, finalizó el veterano guardameta Óscar el Conejo Pérez.