En el momento en que el teniente Jason Johansson, del Departamento de Homicidios de la Policía Metropolitana, escuchó que varias personas habían sido apuñaladas en el Strip de Las Vegas, instauró lo que las autoridades llaman “protocolo de casos prioritarios”.
Yoni Barrios fue arrestado una hora después de la matanza del 6 de octubre, que dejó dos muertos y seis heridos.
“Si no hubiera sido detenido inmediatamente, habríamos tenido equipos dedicados a revisar el video de vigilancia, unir piezas para identificar al sospechoso y seguir su trayectoria para poder asegurar pruebas adicionales”, dijo Johansson.
Los altos mandos de la Policía Metropolitana pueden promulgar el protocolo de casos prioritarios por varias razones, basadas en la política del departamento, entre ellas una serie de agresiones sexuales, tiroteos u homicidios. Los robos con violencia, los delitos contra la propiedad de alto nivel, el terrorismo y los casos de personas desaparecidas que parecen sospechosos cumplen los criterios establecidos en la política de la Policía Metropolitana.
“Cualquier caso que atraiga la atención de los medios de comunicación nacionales o en el que sea necesaria una rápida detención del sospechoso también cumple los criterios de la Policía Metropolitana.
Johansson explicó que suele solicitar el protocolo de casos prioritarios cuando se trata de asesinatos que “sacuden la conciencia”, si el asesinato ocurrió en el Strip o si la misma persona es sospechosa de varios asesinatos.
Al pedir el protocolo de casos prioritarios, se reúne a otros departamentos de la Policía Metropolitana y el caso se convierte en la máxima prioridad para todos los departamentos implicados. Para Johansson, eso puede significar llamar a las unidades de agresiones sexuales, estupefacientes y pandillas, al laboratorio forense de la Policía Metropolitana, a los agentes de patrulla, a los investigadores federales y al centro de fusión.
Normalmente, una vez puesto en marcha el protocolo, se hace un arresto o se agotan todas las pistas en menos de una semana.
El asesinato de Jeff German, reportero de investigación de Las Vegas Review-Journal, se convirtió en un protocolo de caso prioritario para la Policía Metropolitana solo unas horas después de que German fuera hallado muerto a puñaladas en un costado de su casa del noroeste de Las Vegas a principios de septiembre.
La policía hizo varias ruedas de prensa, mientras los detectives rastreaban el vecindario en busca de videos y el laboratorio forense evaluaba el ADN de las uñas de German.
El exadministrador público del Condado Clark, Robert Telles, fue detenido cuatro días después en relación con el asesinato. Está a la espera de juicio.
Serie de apuñalamientos
Un mes antes del apuñalamiento que aterrorizó al Strip, la Policía Metropolitana investigó el apuñalamiento de Jody DeVries, una mujer sin hogar que apareció muerta cerca de la Universidad de Nevada en Las Vegas (UNLV). Seis días después, el 20 de septiembre, los detectives buscaban pruebas a media milla de distancia cuando Mary Susan Miller, otra mujer sin hogar, murió apuñalada cerca de la UNLV.
“Basándome en los detalles, enseguida hice una llamada en la que dije que esto se parecía extrañamente al asesinato de Jody DeVries”, dijo Johansson.
Después de que los detectives confirmaran sus sospechas, Johansson puso en marcha el protocolo de caso prioritario y llamó a la policía de la UNLV y a agentes de patrulla que estaban más familiarizados con las comunidades cercanas de personas sin hogar. En las reuniones informativas con los agentes, que tienen lugar al menos cada 12 horas durante el protocolo de casos prioritarios, un sargento sugirió a Johansson que los agentes de vigilancia de la fusión monitorearan las cámaras de la zona por si el sospechoso regresaba.
Johansson dijo que las cámaras de vigilancia resultaron vitales cuando Christopher Martell, el sospechoso de los asesinatos de DeVries y Miller, fue visto en video y arrestado cuando presuntamente intentaba apuñalar a dos personas en la zona.
“Fue un alivio para todos saber que estaba detenido y que ahora solo nos quedaba seguir investigando para asegurarnos de que habíamos resuelto el caso”, declaró Johansson.
La directora ejecutiva de la Oficina de Criminalística, Kim Murga, dijo que su laboratorio recibe solicitudes de protocolo de casos prioritarios tras homicidios, tiroteos de pandillas, agresiones sexuales y casos de drogas.
“Los encargados saben que, si recibimos un protocolo de caso prioritario, lo notificamos a los encargados del laboratorio y, en función de lo que tengamos, huellas latentes, ADN o pruebas de armas de fuego, intentamos clasificarlas para no saturar una sección si hay multitud de pruebas disponibles”, explicó Murga.
Murga supervisa las secciones de la escena del crimen y del depósito de pruebas, así como el laboratorio forense. Dijo que solo se tarda unas horas en procesar las huellas dactilares dejadas en el lugar del delito, pero uno o dos días en relacionar el ADN.
“Contamos con 80 personas que acuden a los lugares de los hechos para preservar las pruebas y que tienen una sola oportunidad de obtener, preservar y recolectar cualquier cosa de valor que pueda ayudar a esclarecer quién cometió el delito”, explicó.
Murga dijo que el laboratorio trabaja con los investigadores para dar prioridad a las pruebas, incluido el ADN, los casquillos de bala y las huellas dactilares, que tienen más probabilidades de obtener la resolución más rápida y exitosa de un caso.
“Buscamos siempre las mejores pruebas”, dijo. “Nuestro objetivo es ayudar siempre a la detención de un delincuente violento que amenace la seguridad del sur de Nevada”.