Una investigación encubierta de siete meses y un tiroteo en North Las Vegas llevó a la imputación de 11 presuntos miembros de una pandilla de motociclistas acusados de crimen organizado, escribieron fiscales en documentos judiciales presentados el miércoles.
Un jurado de instrucción encausó a 11 presuntos miembros de la pandilla de motociclistas Dirty Ones, con sede en North Las Vegas, según muestran los registros judiciales. De ellos, cinco ya habían enfrentado cargos en el Tribunal de Justicia de North Las Vegas.
Esos cinco acusados –David Judd, Joshua Ríos, Anthony Cooper, Casey Dunne y Salvador Ramírez– comparecieron en el Tribunal de Distrito el miércoles por la mañana ante el juez de distrito Joe Hardy.
La fiscal adjunta Madilyn Cole dijo al juez que había presentado peticiones para abordar la situación de la custodia de los hombres tras la imputación, y el juez fijó otra audiencia en el caso para el 30 de octubre.
Todos los hombres que comparecieron ante el tribunal el miércoles están bajo arresto domiciliario. Hay órdenes de arresto pendientes para los otros seis hombres imputados la semana pasada: Ethan Cintron, Nelson Cintron, James Brooks, Christopher Ferguson, Dave Neubert y Shaun Long, según consta en los registros judiciales.
El abogado defensor Todd Leventhal, que representa a Dunne, se burló de la idea de que los hombres formaran parte de una pandilla.
“He representado a los Hells Angels, los MS-13; esas son pandillas”, dijo Leventhal después de la audiencia del miércoles. “Estos son solo un puñado de tipos dando vueltas en motocicletas”.
Los 11 acusados fueron imputados por un delito de asociación ilícita. Los hombres acusados de conspiración son Judd, Ríos, los dos Cintron, Brooks, Ferguson y Shaun Long. Todos esos hombres, con excepción de Ethan Cintron, también enfrentan un cargo de intento de homicidio con el uso de un arma mortal con la intención de promover, fomentar o ayudar a una pandilla criminal, muestran los registros judiciales.
Otros acusados enfrentan cargos de drogas, mientras que dos de los acusados –Cooper y Dunne– también están acusados de destruir evidencia en relación con un tiroteo en junio de 2023.
Los fiscales están pidiendo al juez que aborde de nuevo la libertad bajo fianza de los hombres que están actualmente en arresto domiciliario. En las peticiones presentadas el miércoles, Cole pidió para Judd y Ríos una fianza de $300,000, mientras que solicitó una fianza de $20,000 para Cooper, Dunne y Ramírez, según muestran los registros judiciales.
En esa petición, Cole escribió que una investigación encubierta sobre la presunta pandilla comenzó en diciembre de 2023 y duró hasta julio de 2024.
“Debido a estos recursos y herramientas de investigación, se presenciaron o describieron múltiples delitos, que luego fueron testificados, incluido un tiroteo que tuvo lugar afuera del club de la pandilla ubicado en North Las Vegas”, escribió Cole en la petición.
El tiroteo se centró en “algún tipo de disputa” entre el hijo de Nelson Cintron, una mujer y otro hombre, según la petición. Nelson Cintron era el “ejecutor de armas/seguridad” del grupo en ese momento.
Los fiscales dijeron que Ethan Cintron atrajo a la víctima, Jayson Lewis, a la sede del club, sabiendo que su padre y otros miembros de los Dirty Ones les estaban esperando.
“Mientras Lewis empezaba a acercarse a la sede del club, los acusados estaban armados y preparados y empezaron a tender una emboscada a la víctima disparándole a él y a su vehículo”, según la petición.
Después de que Lewis huyera, varios acusados recogieron casquillos de bala y escondieron las armas de fuego usadas en el tiroteo, dijeron los fiscales.
La policía notó por primera vez a la pandilla en Las Vegas en 2019, y los miembros son conocidos por vestir de verde, según testificó previamente ante el jurado de instrucción un detective del Departamento de Policía Metropolitana, según las transcripciones de la corte.
Varios acusados declinaron hacer comentarios tras la audiencia del miércoles.