Un detective retirado del Departamento de la Policía Metropolitana declaró el jueves que no refutará ni admitirá un cargo de intento de difamación tras ser acusado de acosar a su antiguo supervisor.
Como parte de un acuerdo con los fiscales, Christopher Lange, de 51 años, tendrá que mantenerse alejado de los problemas, pagar 500 dólares al teniente de la Policía Metropolitana Richard Meyers, el destinatario de las 16 cartas que Lange supuestamente le envió con la intención de causarle daños personales y profesionales, y asistir a clases de control de impulsos, según Jess Marchese, abogado de Lange.
El acusado enfrentaba inicialmente un cargo de delito menor grave de difamación y otro de acoso antes de que los fiscales “rebajaran los cargos” a intento de difamación, un delito menor, dijo Marchese.
El delito de difamación suele asociarse con países que carecen de la protección de la Primera Enmienda, por lo que algunos –incluido Marchese– se sorprendieron al enterarse de que se había acusado a Lange.
Expertos como Eric P. Robinson, profesor asociado de las facultades de Derecho y Periodismo de la Universidad de Carolina del Sur, sostienen que la ley de Nevada no cumple los estándares constitucionales.
“Quería luchar contra ello”, dijo Marchese. “Pero no se trata de mí, sino de él”.
El abogado dijo que Lange ha “seguido adelante con su vida” y está buscando dejar el caso atrás.
La declaración de no refutación de Lange significa que aceptó la condena sin admitir su culpabilidad.
Documentos policiales indicaban que Lange había sido apartado de sus funciones como detective de la unidad de agresiones sexuales de la Policía Metropolitana debido a acusaciones de negligencia en el cumplimiento del deber, normas de conducta y gestión de casos penales, según consta en los registros. Los documentos no contenían ningún detalle sobre lo que Lange había hecho para justificar las acusaciones.
Lange fue recomendado para el despido en septiembre de 2020, pero se retiró en febrero de 2021 antes de una audiencia sobre su terminación, poniendo fin a una carrera con la Policía Metropolitana a partir de 2002. Meyers, el supervisor de Lange, presentó la declaración de denuncia contra Lange ante la Oficina de Asuntos Internos de la Policía Metropolitana, según muestran los documentos policiales.
Cartas anónimas que se remontaban a un mes antes del retiro de Lange alegaban que Meyers había creado un ambiente de trabajo hostil, compartido memes sexuales y mantenido relaciones sexuales en el trabajo, entre otras afirmaciones. Documentos policiales dicen que Lange estuvo detrás de los tres años de cartas.
Investigaciones policiales sobre cada una de las afirmaciones de las cartas determinaron que no eran ciertas. Meyers fue investigado internamente con cada carta enviada, muestran los registros. Meyers se sintió “aterrorizado y acosado”, según los documentos policiales.