En octubre de 2017, Wendell Melton llevó una pistola para enfrentarse a su hijo de 14 años, que vivía solo en un apartamento de Henderson.
Dentro del apartamento, Melton le disparó a su hijo y luego llamó al 911, pareciendo estar “más preocupado por dar a conocer su historia que por administrar asistencia médica a su hijo”, dijeron los fiscales el miércoles durante las declaraciones de apertura en el juicio de Melton por el asesinato.
Melton, que tenía 53 años en el momento del tiroteo, es acusado por asesinato con arma mortal y enfrenta además dos cargos de abuso de menores por la muerte de su hijo, Giovanni Melton.
Aunque los abogados defensores dijeron que Wendell Melton llevó el arma de fuego en defensa propia para enfrentarse a su hijo, los fiscales cuestionaron por qué un hombre de seis pies de altura y 200 libras necesitaría un arma contra el estudiante de primer año de la preparatoria de Coronado, de 135 libras.
“No puedes encerrar a tu hijo de 14 años en un apartamento fuera de tu vista porque estás harto de él. Si lo haces, eso es negligencia infantil, es poner en peligro al menor”, dijo el miércoles a los miembros del jurado el fiscal Jacob Villani. “Y no puedes dispararle a tu hijo desarmado de 14 años. Y si lo haces, eso es abuso de menores; y si muere, eso es asesinato”.
El abogado defensor, Jonathan MacArthur, dijo que Giovanni era un “niño problemático” que ocasionalmente tenía un “temperamento agresivo y violento”. Dijo que Giovanni hirió a su padre en una pelea en las semanas anteriores al tiroteo.
“El hecho de llevar la pistola y desenfundarla, no de disparar, fue un acto de autopreservación por parte de Wendell”, dijo MacArthur. “No tenía intención de matar a su hijo. Solo quería disuadir a Giovanni de que lo atacara”.
La madre de Giovanni, Veronica Melton, alega que su hijo fue asesinado porque era homosexual, pero los fiscales no mencionaron el miércoles un motivo para el tiroteo más allá de una pelea en el apartamento.
Los registros judiciales muestran que, en el momento del tiroteo, Wendell Melton tenía prohibido poseer armas de fuego debido a una condena anterior por agresión doméstica.
En una entrevista con los agentes del Departamento de Policía de Henderson, Melton dijo que aquel día pasó al apartamento tras enterarse de que Giovanni había faltado a la escuela. Melton dijo que sacó la pistola después de que la disputa se intensificara y Giovanni lo empujara al suelo, según su reporte de arresto.
Melton le dijo a la policía que, al levantarse, el arma se disparó accidentalmente, impactando a Giovanni en el pecho.
El miércoles, los fiscales reprodujeron para los jurados la llamada de Melton al 911, en la que le dijo a un operador que le había disparado a Giovanni después de que el adolescente lo atacó. En la grabación, se escuchó a Melton llorar incontroladamente mientras el operador le pedía que atendiera a su hijo hasta que llegara la ayuda.
“¿Va a ayudarle? Si no es así, necesito que se aleje de él”, le dijo el despachador mientras Melton lloraba.
MacArthur dijo que en el año anterior al tiroteo, la vida de Giovanni era “caótica”. Él y su hermano mayor fueron enviados a vivir con Melton, que no tenía lugar para ellos en su casa con su esposa e hija, dijo MacArthur. Entonces Giovanni fue cambiando de hogares, quedándose con sus abuelos en California, con un director de escuela o con su novio y la familia de su novio.
Melton consiguió entonces un apartamento para Giovanni y su hermano mayor, que tenía unos 20 años, pero su hermano se marchó debido a las peleas entre los hermanos, dijo MacArthur.
“Esperamos que el estado intente insinuar que, de alguna manera, dejó de lado a su hijo, que no le importaba lo que pasaba, que pudo haber hecho una intervención más sustancial”, dijo MacArthur. “Pero las pruebas demostrarán que no quiso llamar a la policía por su hijo. … No quería que tuviera antecedentes penales, no quería que fuera internado”.