El dinero enviado con prisas suele desperdiciarse.
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El legado más duradero del dinero del gobierno federal destinado a la educación serán los funcionarios de los distritos que se quejen de que ha desaparecido.
A medida que la deuda nacional supera los 33 billones de dólares, es hora de cerrar la fiesta.
Es una triste ironía que el gobierno descubra una epidemia de soledad que ayudó a alimentar.
El Condado Clark está desesperado por encontrar padres de acogida y, al mismo tiempo, está rechazando a familias cariñosas. Bienvenidos a las consecuencias imprevistas de la regulación gubernamental.
Desconfía profundamente de quienes quieren silenciar a, y no debatir con, quienes discrepan de ellos. No hay más que ver lo que se equivocaron los supuestos expertos sobre la pandemia.
Es difícil no deprimirse observando las estadísticas sobre la depresión adolescente, especialmente entre las chicas.
Recuperar finalmente todos los puestos de trabajo que Nevada perdió durante la pandemia y los cierres que la acompañaron no es algo de lo que valga la pena presumir. Estados rojos, como Arizona y Florida, lo consiguieron hace meses.
El presidente Joe Biden prometió una vez detener al coronavirus. Ni siquiera pudo evitar contagiarse.
Si Joey Gilbert quería desacreditar las preocupaciones legítimas sobre el fraude electoral, habría sido difícil elegir una estrategia mejor que su camino actual.